Me ha recordado que los padres, maestros, hermanos mayores.. debemos predicar con el ejemplo, no con palabras, que las palabras se las lleva el viento y que los niños siempre imitaran lo que nosotros hagamos, serán el espejo donde se reflejen.
Muchas de las acciones que nosotros tenemos y de cómo somos hoy en día es así por el ejemplo que recibimos de las personas que nos educaron.
Seamos buenos ejemplos para los niños
.
Los niños son como cemento
fresco, cualquier cosa que caiga sobre ellos deja una huella.
Haim Ginott
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