Siempre tendremos niños que cumplan todas las normas sin cuestionarlas, mientras que tendremos otros que a la mínima se las saltarán. No pasa nada, el aprendizaje es así se basa en fallos, en errores. Si no les dejamos que sean ellos mismos lo que se equivoquen y vean lo que han hecho mal, los que aprendan de sus propios fallos, nunca se dará un verdadero aprendizaje.
Pero lo que me ha hecho pensar en todo esto ha sido siguiente vídeo:
Cuando teníamos comida con mis primos y luego salíamos a jugar, o quedábamos en un parque con amigos no sé como lo hacíamos pero mis hermanos y yo siempre acabábamos los más sucios, tenía primas que eran capaces de jugar sin mancharse pero yo jamás lo entendía, creo que realmente no disfrutaban del juego. ¡¿Qué es jugar sin mancharse?! Tengo la suerte que nunca me riñeron por mancharme jugando, cosa que si que he visto hacer a otros padres, y la verdad que estoy muy agradecida, ya que considero que mancharse está dentro del proceso de aprendizaje, además de que las actividades donde te manchas son las más divertidas de todas. Anda que no es entretenido pintar con acuarelas, la pintura de dedos, jugar con el barro...
Lo siento pero nunca pude con esas madres que quieren a sus hijos perfectos, impecables y bien peinaditos independientemente de las horas que lleven fuera de casa.
El aprendizaje queda, la suciedad desaparece.
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